Bienvenidos

Después de muchos años pensando, algunos escribiendo en papeles reciclados y un tiempo en el muro de facebook, por fin me decidí a crear un blog, siguiendo las sugerencias de algún amigo y en particular de mi hermana.

Puede que el número de entradas vaya disminuyendo con el tiempo o que acabe abandonado, y quien sabe si recuperado o incluso utilizado para recordarme cuando ya no esté...

Rebuscaré entre mis papeles viejos y pensamientos, intentaré estructurarlos, también lo usaré para desahogarme y esperaré impaciente a que alguien lo visite de vez en cuando.

Si llegas por casualidad a este espacio, espero que te compense usar tu tiempo en recorrerlo, y si quieres me puedes dejar tu comentario...

domingo, 29 de septiembre de 2013

EL CRISTAL

Anula casi todos los sentidos, nos enfrentamos a él sin tacto, olvidándolo y rozando con las manos su fina superfície; sin olfato, suponiendo erróneamente que los aromas de ambos lados coinciden; sin oido,aproximando nuestro rostro a su muda cara y sin gusto, por mucho que nuestros labios se empeñen en besarlo, dejándolo impregnado de corazones de vaho. Nos convertimos en seres monosentido, agudizándo nuestra vista y observando hasta el menor de los detalles. Sirve para aislar, sea cual sea el motivo, y si al otro lado se encuentra un ser querido, el ser monosentido se carga de emociones obligando a su cerebro a repartir la energía gestionando sentimientos y observando detalles.

jueves, 12 de septiembre de 2013

TRENES

Se sorprendió a si mismo hurgando en cada uno de los recovecos de su cerebro en busca de los trenes que había cogido a lo largo de su vida, mientras permanecía tumbado con los ojos cerrados. Primero recordó los absurdos problemas de distancia, velocidades y nombres de maquinistas que le hacían resolver cuando tenía trece años. Rápidamente se trasladó a sus diecisiete y viajó en aquel tren hotel que le condujo a San Fernando a realizar el servicio militar, su primera aventura en solitario, lejos del calor de su pareja y su familia. Recordó todo aquel montaje absurdo, parecido a las películas españolas, imitaciones en serie B de los films norteamericanos. Afortunadamente pronto volvió a casa. Como montado en la máquina del tiempo, avanzó diez años más y subió a un TALGO en el que fue y volvió hacia el norte durante varias veces, para de forma progresiva tender a cero, convirtiendo lo esporádico en definitivo, cambiando su hogar y quien sabe si en un futuro, su nacionalidad. Inmediatamente después, avanzó nueve años más, y subió a otro tren, parecido a un avión y voló, esta vez con su familia, para acabar de completarla en el lejano cuerno de África, trayéndose de vuelta la mochila llena de sensaciones inolvidables. De repente su cerebro se llenó de infinidad de viajes futuros, atravesando coloridos paisajes y sintiendo el sonido del viento mientras asomaba la cabeza por la ventanilla. Pudo escuchar su nombre como un susurro a lo lejos, pronunciado por una suave voz con acento argentino, que le indicaba que ya había pasado la hora. A la vez que se ponía la chaqueta se despidió esbozando una sonrisa y lentamente salió de la consulta. Caminando hacia el aparcamiento, reparó en que no pidió hora para el próximo mes, así como en que no había entendido la pregunta de los trenes, lo que produjo una sonora carcajada y la imperiosa necesidad de dar un salto hacia un lado para poder golpear entre si sus talones.